Las fugas de datos se han convertido en uno de los mayores dolores de cabeza para cualquier empresa. Cada vez son más comunes las noticias que informan sobre la fuga de datos de empresas como X o Y. Por desgracia, estas noticias no cesarán: durante el tercer trimestre de 2024, los ciberataques aumentaron un 75 % en comparación con el mismo período de 2023.
Una fuga de datos es la publicación de información sensible y confidencial, generalmente de una empresa, por parte de un grupo de ciberdelincuentes. Estos obtienen acceso a los sistemas a través del robo de credenciales y, para conseguirlo, lanzan ataques de phishing o de fuerza bruta.
A continuación, veremos cómo se puede hacer frente a una fuga de datos para minimizar sus efectos sobre la empresa afectada.
Antes de implementar las medidas oportunas para expulsar al intruso o mitigar las consecuencias de la fuga de datos, debemos saber exactamente a lo que nos enfrentamos. Esta fase de detección es especialmente importante, ya que una adecuada identificación puede reducir significativamente el impacto del ataque en la empresa.
Primero, se deben revisar los logs del sistema (registros de entrada) para identificar el origen del incidente. Una vez identificado, es necesario clasificar el incidente según su alcance y gravedad, determinando la información comprometida y a cuántas personas o sistemas ha afectado.
Una vez determinado el origen y el alcance de la fuga, debemos comenzar a contener la amenaza:
Para minimizar los daños ocasionados por la fuga de datos, es crucial estudiar con detenimiento el origen de la brecha de seguridad.
Realizando auditorías forenses para determinar si fue un error humano o una vulnerabilidad interna, se puede identificar con precisión el vector de entrada utilizado por los ciberdelincuentes (phishing, malware, accesos no autorizados o errores de configuración).
El equipo interno debe estar informado sobre la fuga de datos, especialmente si los datos comprometidos incluyen información de los trabajadores. El equipo directivo y el personal clave también deben ser notificados del incidente y de las medidas tomadas.
A nivel externo, es obligatorio notificar a las autoridades pertinentes (como la Agencia Española de Protección de Datos) para cumplir con las normativas legales.
Por último, es necesario comunicar a las personas afectadas, de forma clara y directa, lo ocurrido, las medidas que se están tomando y cómo pueden protegerse (por ejemplo, cambio de contraseñas, alertas de fraude, etc.).
Para evitar futuras fugas de datos, es fundamental implementar un parche y actualizar los sistemas de la empresa para corregir la brecha de seguridad que originó el incidente. Para reforzar la seguridad, se deben adoptar medidas como:
Una fuga de datos es un incidente de ciberseguridad grave que puede acarrear consecuencias reputacionales y económicas para la empresa que la sufre. Implementar herramientas como WWatcher, que permite limitar la cantidad de datos descargados por un usuario, es esencial para proteger a cualquier empresa de este tipo de riesgos.