La gestión de datos es un pilar fundamental en cualquier organización, pero los errores en su manejo pueden derivar en fugas de información con consecuencias graves para la empresa que las sufre, como por ejemplo, filtraciones de datos sensibles hasta sanciones legales y pérdida de confianza de los clientes. Normalmente estas fugas de datos son a consecuencia de una mala gestión interna. A continuación presentamos algunas de estas malas prácticas y cómo solucionarlas para mejorar la seguridad de los datos.
Uno de los errores más graves es no cifrar los datos confidenciales. Sin cifrado, cualquier ciberdelincuente que consiga acceder al sistema podrá leer la información sin dificultades.
Implementar cifrado de extremo a extremo y protocolos de seguridad avanzados como AES-256 o TLS para la transmisión de datos sin duda ayudará a proteger la información.
Muchas filtraciones se deben al uso de contraseñas débiles o repetidas en múltiples cuentas, facilitando ataques de fuerza bruta y robo de credenciales.
Fomenta el uso de contraseñas robustas, gestores de contraseñas y autenticación multifactor (MFA) entre los empleados de tu empresa para garantizar su seguridad.
Otorgar permisos excesivos a empleados o sistemas puede exponer información sensible a accesos no autorizados. Para evitar que la información termine en manos de terceros no autorizados, aplica el principio de mínimo privilegio, asegurando que cada usuario solo acceda a lo estrictamente necesario.
El software desactualizado es un blanco fácil para ciberdelincuentes, ya que contiene vulnerabilidades conocidas.
Mantener los sistemas actualizados y aplicar parches de seguridad tan pronto como estén disponibles, es imprescindible para evitar la fuga de datos.
Subir datos a servicios en la nube sin las configuraciones adecuadas puede exponer información a accesos no deseados.
Configurar correctamente los permisos de almacenamiento en la nube y utilizar una autenticación robusta es fundamental para garantizar la seguridad en la nube.
No realizar auditorías periódicas impide detectar actividades sospechosas antes de que se conviertan en una brecha de seguridad.
Implementar soluciones de monitoreo y análisis de tráfico para detectar comportamientos anómalos es de suma importancia para encontrar brechas de seguridad y vulnerabilidades que los ciberdelincuentes podrían utilizar para filtrarse en un sistema.
Los errores de factor humano siguen siendo la causa principal de la fuga de datos en las empresas. Capacitar al personal en seguridad informática es imprescindible para que sepan detectar a tiempo amenazas como por ejemplo phishing.
Evitar fugas de datos requiere una combinación de buenas prácticas, herramientas de seguridad y concienciación. La implementación de medidas preventivas no solo protege la información, sino que también refuerza la reputación y la confianza en la empresa.